Las tendencias son probablemente el elemento gráfico más útil a la hora de determinar la dirección de un activo.
Su aplicación y principios son universales, valen para cualquier instrumento bursátil. Para acciones, para futuros, pares de monedas, commodities, criptomonedas, etc.
Como factor clave en el análisis técnico, el estudio de tendencias es vital para saber dónde estamos parados con respecto a un activo.
Es algo más simple de lo que crees, de manera que si no tienes conocimientos técnicos y estás dando tus primeros pasos en el mundo de la inversión este artículo es para ti.
Con sólo aplicar los consejos prácticos que te daremos a continuación podrás analizar cualquier activo que desees a nivel a técnico.
Vale la pena hacerlo para que desarrolles un criterio propio como inversor. Este conocimiento te puede permitir ganar mucho dinero, así como evitar perderlo.
Qué es una tendencia
Una tendencia es la sucesión de mínimos y máximos que aparecen en una determinada dirección durante un período de tiempo.
Estas tendencias se reconocen a través de una línea recta que conecta estos puntos: la línea de tendencia.
Por tanto, se requieren al menos dos puntos relevantes, máximos o mínimos, para determinar que existe un movimiento tendencial.
La tendencia implica dirección sostenida del precio de un activo bursátil. Su importancia radica en que si reconocemos estos movimientos en sus etapas iniciales podríamos tomar ventaja para abrir posiciones ganadoras.
Como verás más adelante, en virtud de la oferta y la demanda el mercado tiende a moverse en patrones de zig-zag que reflejan esa lucha por dominar el precio.
Por ello, resulta tan útil a la vista hacer uso de líneas de tendencia para saber la dirección que prevalece.
No obstante, también es útil recordar que el mercado puede ir en cualquier dirección en cualquier momento. A veces una tendencia incipiente no se desarrolla finalmente, o bien, una tendencia en desarrollo termina abruptamente.
Tipos de Tendencia
Básicamente existen 2 tipos de tendencia: alcista y bajista.
Tendencia alcista
La tendencia alcista es una sucesión de mínimos crecientes acompañados de máximos crecientes.
Se reconoce a través de una línea recta de pendiente positiva que conecta los mínimos crecientes.
Veamos un ejemplo práctico con el gráfico semanal de velas japonesas para la acción de la empresa de video juegos, Activision Blizzard (ATVI), cotizada en la NASDAQ:
El gráfico semanal nos permite ver una perspectiva de tiempo que abarca desde enero de 2020 hasta julio de 2021.
Podemos identificar la presencia de mínimos crecientes alternados con máximos crecientes.
Evidentemente estamos en presencia de una tendencia alcista que supone precios ascendentes, ya que los compradores están dispuestos a pagar precios cada vez mayores ante la expectativa de que la cotización siga subiendo.
Por otro lado, los vendedores se ven obligados a aceptar dichos precios ante la avalancha de cotizaciones crecientes, en especial, aquellos que abrieron posiciones cortas y deben asumir sus pérdidas.
También están aquellos que ya habían abierto posiciones largas y cierran sus operaciones para tomar beneficios.
Como podemos ver, la creencia de que el precio iba a subir se hizo dominante y arrastró a la oferta.
Para identificar dicha tendencia conectamos los dos mínimos crecientes, produciendo la línea azul de tendencia alcista. Así de fácil puedes identificar y trazar líneas de tendencia.
A partir del segundo mínimo que confirmaba la tendencia alcista tenía sentido abrir posiciones de compra.
El precio se terminó desplazando desde un mínimo de 71,19$ en noviembre de 2020 hasta un máximo de 104,53$ en febrero de 2021.
El aumento fue de nada menos que 33,34$ por acción en 3 meses (+ 46,8%). Un inversor con el capital para comprar un lote de 100 acciones habría obtenido una ganancia bruta de 3.334$.
Al ver el gráfico en retrospectiva estamos observando el pasado, algo que ya ocurrió y resulta muy fácil hacer un análisis post mortem.
Pero si hubiéramos estado exactamente en noviembre de 2020 cuando ocurrió el mínimo creciente que confirmaba la tendencia alcista, no habríamos tenido certeza de lo que iba a ocurrir a continuación.
Sólo habríamos dispuesto de una línea de tendencia alcista que implicaba una buena probabilidad de que el precio continuara en ascenso a partir de allí.
En efecto esto ocurrió, pero era sólo un escenario posible entre muchos otros, sólo que la tendencia alcista aumentaba sus probabilidades sobre los demás.
Ese es el poder de identificar las tendencias en sus etapas tempranas.
Tendencia bajista
La tendencia bajista por el contrario, es una sucesión de máximos decrecientes acompañados de mínimos decrecientes.
Se identifica por medio de una línea recta de pendiente negativa que conecta los máximos decrecientes.
Veamos otro ejemplo con el gráfico diario de velas japonesas para los Contratos de Futuro del Bitcoin, cotizados en el Chicago Mercantile Exchange, CME:
El gráfico diario nos da una perspectiva de tiempo de tres meses desde noviembre 2021 hasta la actualidad.
Podemos validar la aparición de máximos decrecientes alternados con mínimos decrecientes.
En este caso estamos en presencia de una tendencia bajista que refleja precios descendentes, ya que los vendedores están ofertando a precios cada vez menores ante la expectativa de que la cotización siga bajando.
Por otro lado, los compradores se ven obligados a aceptar dichos precios ante la ola de cotizaciones decrecientes, en especial, aquellos que abrieron posiciones largas y tienen que asumir sus pérdidas. También están aquellos que ya habían abierto posiciones cortas y cierran sus operaciones para tomar beneficios.
En este caso, la creencia de que el precio iba a bajar se hizo mayoritaria y sobrepasó a la demanda.
Para identificar esta tendencia conectamos los dos máximos decrecientes, obteniendo la línea roja de tendencia bajista.
A partir del segundo máximo que confirmaba la tendencia bajista resultaba lógico abrir posiciones cortas (short sell).
El precio se terminó desplazando desde un máximo de 52.200$ el 27 de diciembre de 2020 hasta un mínimo de 32.855$ el 24 de enero de 2022.
El descenso fue 19.345$ por contrato en 1 mes (- 37,1%). Los futuros se operan con margen por su alto costo, de manera que una variación como esa en el precio habría producido una ganancia porcentual mucho mayor en el capital para los que operaron en corto.
Aquellos que pensaron que el mercado iba a subir y compraron, tal vez perdieron todo su capital si es que no cerraron sus posiciones perdedoras a tiempo.
Si hubiéramos estado exactamente en el día 27 de diciembre de 2021 cuando ocurrió el máximo decreciente que confirmaba la tendencia bajista, no habríamos sabido lo que iba a ocurrir luego.
Sólo habríamos podido trazar una línea de tendencia bajista que implicaba una buena probabilidad de que el precio continuara en descenso a partir de ese punto.
Ciertamente esto ocurrió, pero como ya sabes, era sólo una posibilidad entre muchas, sólo que la tendencia bajista aumentaba sus probabilidades.
Rangos laterales
Algunos teóricos hablan de un tercer tipo de tendencia, la lateral, que supone una sucesión de puntos máximos y mínimos horizontales.
Sin embargo, si conectamos estos puntos por medio de una línea recta observaremos que es plana, por tanto, carece de pendiente, carece de tendencia.
Ese comportamiento debe definirse como un rango lateral más que como una tendencia.
Lo que sí es correcto afirmar es que el mercado también se puede mover lateralmente. Por tanto, las direcciones que puede tomar el precio son 3: alcista, bajista y lateral.
Muchas veces estos rangos laterales terminan siendo zonas de consolidación del precio, luego de las cuales retoma su tendencia precedente.
Algunas otras el precio no puede consolidarse y se da la vuelta, iniciando una tendencia en la dirección contraria.
Grados de una tendencia
Acabamos de observar dos gráficos, uno semanal y otro diario, por lo que cabe preguntarse si el tiempo juega un papel importante en el análisis de tendencias.
Definitivamente lo hace y define los grados o intensidad de la tendencia.
En ese sentido existen 3 grados de tendencia: primario, secundario y menor.
Tendencia primaria
Es aquella tendencia que abarca mayor espacio de tiempo. Si bien no hay un consenso absoluto sobre su duración se estima que puede alcanzar de meses a años, e incluso décadas.
Tendencia secundaria
Es aquella tendencia que supone correcciones y/o recuperaciones sobre la tendencia primaria. Se estima que puede durar de semanas a meses, e incluso años.
Tendencia menor
Es aquella tendencia que supone correcciones y/o recuperaciones sobre la tendencia secundaria. Las tendencias menores pueden durar de días a semanas, e incluso meses.
Los puntos de inflexión 1, 2, 3 y 4 reflejan la tendencia primaria, la cual es alcista. Hay mínimos crecientes (1-3) y máximos crecientes (2-4).
La onda 2-3 supone una tendencia secundaria dentro de la tendencia principal, la cual es de hecho una corrección bajista.
A su vez, las ondas A, B y C suponen tendencias menores dentro de la tendencia secundaria.
Fractalidad del mercado
Un fractal es sencillamente un objeto cuyas estructuras o patrones se repiten al analizarlo en diferentes escalas.
Esta característica se encuentra en la naturaleza y también ocurre en los mercados bursátiles.
Al analizar el precio de cualquier activo en diferentes escalas de tiempo podremos encontrar los mismos patrones desarrollándose en cada escala.
Por esta razón, los grados de una tendencia son relativos a la escala de tiempo. Cada tendencia forma parte de otra tendencia más grande que le sigue.
Veamos un ejemplo con el gráfico mensual de velas japonesas para la acción de la empresa de comercio electrónico, Ebay (EBAY), cotizada en la NASDAQ:
El gráfico mensual nos da una perspectiva de tiempo de 7 años entre 2015 y 2022.
En la parte inferior podemos observar la línea azul de tendencia primaria alcista, la cual viene conectando mínimos crecientes desde 4,17$ en marzo de 2009… Esta es la tendencia de largo plazo de la acción.
Obviamente, el precio zig-zaguea sobre la línea de tendencia haciendo mínimos y máximos cada vez más altos.
Sin embargo, cuando el precio regresa hacia la línea de tendencia estos movimientos representan correcciones sobre la tendencia primaria.
Es decir, estos movimientos suponen tendencias secundarias bajistas que abarcan meses de duración.
Si afinamos un poco la vista podríamos observar también tendencias secundarias alcistas en las que el precio se acelera más allá de su tendencia principal.
Incluso tenemos tendencias menores dentro de las tendencias secundarias representadas por una o dos velas. Dichas velas suponen un cambio de dirección momentáneo (de semanas) en el movimiento secundario dominante.
Para poder observar esta escala más pequeña, así como la fractalidad del mercado, haremos uso de un gráfico diario que abrirá la tendencia secundaria bajista que se encuentra en desarrollo.
Esta abarca desde un máximo de 81,19$ realizado el 22 de octubre de 2021 hasta un mínimo de 55,91$ realizado el 28 de enero de 2022.
Pasamos de la escala mensual a la escala diaria a fin de ampliar el nivel de detalle de los movimientos del mercado.
Ahora podemos ver la tendencia secundaria ampliada y dentro de ella las tendencias menores alcistas y bajistas que abarcan sólo días o semanas de duración.
Si volvemos al gráfico mensual por un momento podríamos pensar que cuando el mercado está bajando sólo hace eso, bajar. Y cuando sube, pues sólo hace eso, subir.
Pero no es exactamente así. A medida que reducimos la escala de tiempo veremos que hay máximos y mínimos sucediéndose y reflejando tendencias de grado menor. Esa es la “fractalidad del mercado” de la que hablamos.
Si pasamos de este gráfico diario a uno de 30 minutos volvería a ocurrir lo mismo. Encontraríamos tendencias de grado menor ocurriendo en esa escala y así sucesivamente.
Por supuesto, el mismo fenómeno ocurriría si vamos de escalas pequeñas a escalas más grandes de tiempo. Al fin y al cabo se trata de la misma información segmentada en el tiempo.
Los grados de las tendencias y la fractalidad del mercado suponen que cuando trabajemos con gráficos debemos usar varias escalas de tiempo.
Las escalas de tiempo mayores (semanal, mensual) permiten determinar y estudiar las tendencias primarias, y en algún grado las secundarias.
Pero si vamos a operar debemos bajar a una escala menor, por ejemplo la diaria, la cual permita detallar y analizar las tendencias secundarias y menores.
La escala de tiempo de los gráficos de inversión debe adaptarse a la estrategia y estilo de inversión. Mientras más corto sea el plazo de inversión, menor la escala de los gráficos y viceversa.
Lo ideal es trabajar usando los gráficos en escalas mayores como gráficos de control para el análisis, mientras que se usaría sólo un gráfico en escala menor para la operación como tal. Es sobre este gráfico menor que definiríamos los puntos de entrada y salida.
Líneas de tendencia en 3 sencillos pasos
Como has podido apreciar, las tendencias son una herramienta fundamental para el análisis del mercado.
Resumimos los 3 pasos centrales para trazar líneas de tendencia y trabajar con ellas:
- Para trazar una línea de tendencia requieres conectar al menos dos puntos de inflexión.
En una tendencia alcista debes conectar los mínimos crecientes, mientras que en una tendencia bajista debes unir los máximos decrecientes.
Esto se hace a través de una línea recta que proyectas a la derecha. Si está bien trazada, esa línea representa tal vez el escenario más probable en el futuro.
- Si la tendencia actual se acelera o desacelera, debes trazar una nueva línea de tendencia conectando los puntos de inflexión más recientes.
Por lo general esto se hace manteniendo el mismo origen de la primera tendencia, ya que ello te permitirá validar si la pendiente aumenta o disminuye.
No debes cometer el gran error de borrar las líneas de tendencia previas a medida que el mercado progresa.
- La tendencia actual se mantendrá vigente hasta tanto no se produzca la rotura sostenida de su línea recta. La rotura implica al menos 2 condiciones:
1.- Ya no hay nuevos máximos o nuevos mínimos relevantes en la dirección previa.
2.- El precio cierra en la dirección contraria sobre la línea de tendencia y continúa en dicha dirección. Es decir, hay una rotura sobre la línea recta y un cambio de dirección que se mantiene en el tiempo.
Tal y como establece el segundo paso, de ser necesario se trazaría una segunda línea de tendencia para validar el cambio de dirección.
Si el precio rompe esta segunda línea se considerará altamente probable que la tendencia haya finalizado.
De hecho, a veces es necesario trazar hasta una tercera línea de tendencia para validar de forma definitiva.
En ese caso, las líneas de tendencia sobre el gráfico se asemejan a un abanico que da cuenta del cambio de pendiente progresivo a medida que el mercado cambia de dirección.
Esta aplicación de las líneas de tendencia se basa en el llamado “Abanico de Gann”, cuya idea original fue desarrollada por el filósofo, matemático y trader, William Delbert Gann.
A medida que el mercado avance repite los 3 pasos para estudiar la evolución del precio de cualquier activo.
Veamos un ejemplo final aplicando estos sencillos principios paso a paso. Usaremos el gráfico semanal de velas japonesas para la acción de la empresa industrial 3M (MMM), cotizada en la NYSE:
El gráfico semanal nos da una perspectiva de 4 años en la cual parece observarse a simple vista una tendencia bajista.
El sentido de aplicar análisis técnico a los gráficos de inversión se orienta a realizar un mapa del mercado con zonas, áreas y puntos específicos de interés que nos permitan anticipar escenarios con buena probabilidad de ocurrencia.
Identifiquemos ahora los máximos y mínimos relevantes sobre el gráfico.
Hemos identificado dos máximos y dos mínimos. Los máximos son decrecientes y aparecen en enero de 2018 y abril de 2019. Los mínimos también son decrecientes y aparecen en diciembre de 2018 y marzo de 2020.
Se cumple la condición que define una tendencia bajista, por lo que procedemos a trazar la línea recta respectiva.
Para trazar esta línea recta sólo necesitábamos al menos dos puntos máximos decrecientes.
De manera que ya para abril de 2019, al aparecer el segundo máximo decreciente, podíamos haber trazado esta línea y tomado ventaja del escenario bajista.
Baste decir que el precio pasa de 219,75$ en abril de 2019 a 114,04$ en marzo de 2020. Es decir, bajó 105,71$ para un 48,1%. Un inversor de corto plazo operando en corto con un lote de 100 acciones habría realizado una ganancia bruta de 10.571$.
La tendencia bajista proyectada en abril de 2019 habría supuesto lo siguiente: “Es probable que el precio continúe bajando aún más”.
Sin embargo, una mala entrada podría haber tomado al inversor en el medio de una tendencia menor alcista, obligándolo a asumir o sostener grandes pérdidas.
A continuación observamos que ya no se producen nuevos mínimos decrecientes y por el contrario el precio comienza a subir.
De este modo, se produce una rotura alcista en noviembre de 2020, la cual se mantiene por varios meses.
Puede considerarse ese movimiento como una tendencia alcista de grado menor dentro de la tendencia bajista previa.
El precio alcanza un nuevo máximo en mayo de 2021 y a partir de allí comienza a retroceder notoriamente. De manera que podemos decir, al menos, que la tendencia alcista menor aún no toma suficiente fuerza.
Aplicamos el segundo paso y trazamos una nueva línea de tendencia bajista. Como podemos ver su pendiente es aún bastante inclinada.
Para confirmar una rotura definitiva el precio debe pasar sobre esta línea marcando nuevos mínimos crecientes. Esto no ha ocurrido, de manera que aunque fue rota la primera línea de tendencia bajista, la segunda está aún vigente.
Con sólo hacer uso de esta sencilla metodología de trabajo basada en tendencias ya puedes comenzar a realizar tus propios análisis.
El mercado espera por ti, respétalo, ten paciencia y él pondrá lucrativas oportunidades a tu alcance.
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