El BCRA tuvo un martes con resultados desfavorables en el mercado de cambios, ya que terminó la jornada con un saldo negativo de alrededor de u$s55 millones en esa plaza. Así, lleva comprados en el mes poco menos de u$s50 millones.
Evidentemente, a pesar de que sigue a buen ritmo la liquidación de la cosecha fina, con algo más de u$s2.000 millones reportados este mes, y un buen valor para los commodities, ya que la tonelada de trigo cotizó esta jornada a u$s312, al Central se le está dificultando la acumulación de dólares por estos días.
Y, según dice a iProfesional el economista Joel Lupieri, de Epyca Consultores, “esto se debe tanto a los esfuerzos que tuvo que hacer el BCRA para pagar al Fondo Monetario Internacional (FMI) en enero y febrero, como al menor desempeño (comparado con enero de 2021) que parece haber tenido la balanza comercial argentina” en un contexto en el que el nivel de importaciones se mantiene muy elevad. Así explica que los más de u$s1.000 millones que salieron de las arcas del Central hacia el FMI, significaron un duro desafío para el mercado cambiario local.
A esto se suma el hecho que menciona Lucio Garay Méndez, economista de la consultora EcoGo, quien apunta que “febrero es un mes complicado en cuanto a la oferta de productos agroindustriales” porque terminó la cosecha del sur y todavía no arrancó la del norte del país, lo que afecta la liquidación.
El Central tuvo muchos elementos en contra para acumular dólares.
Ingreso de dólares: marzo sería más favorable
Sin embargo, el analista anticipa que, a partir de marzo, el panorama debería cambiar debido que la mayor oferta de dólares y una creciente certidumbre que trae el proceso de concreción del acuerdo con el Fondo, podría empezar a darse una mayor acumulación de reservas
Por otro lado, un dato positivo de cara al mes que viene es que el precio de la tonelada de soja sigue en ascenso y este martes alcanzó el valor de u$s603 y Garay Méndez considera que “este nivel de precios que estamos viendo hoy nos salvarían de un escenario peor de menor oferta de dólares“.
Sucede que, según plantea Lorenzo Sigaut Gravina, Jefe de Macroeconomía de la consultora Equilibra, comenta que esperan que la liquidación de agro-divisas sea mucho menor este año producto de la sequía, que hará perder volumen de soja y maíz.
Sin embargo, destaca que es un dato optimista el hecho de que los precios sigan altos producto de una menor expectativa de producción y, paradójicamente, esa alza en los precios producto de una caída en los volúmenes (que no es solo condición de Argentina, sino también en Brasil, Paraguay y Uruguay) podría compensar el efecto de la sequía.
Por otra parte, como todos los esquemas represivos, nuestro cepo no es perfecto. Cuenta con “goteras” que en menor o mayor medida filtran reservas desde el BCRA a los particulares, particularmente importadores y turismo.
Aunque Lupieri advierte que “no hay que perder de vista que mucho del alza del precio de la soja, viene dado como consecuencia de la sequía”. Con esto, prevé que el mayor precio, se compensaría con un menor volumen.
Sube el precio de la soja y el maíz pero eso no significa que se incrementarán las reservas sí o sí.
¿Más agrodólares es igual a mayores reservas?
Sobre la base de ese dato que menciona Lupieri, el economista de Equlibra advierte que, aunque ese es un buen dato, “eso no significa que el BCRA vaya a lograr acumular reservas por esa situación”. ¿Cómo es esto? La apreciación se basa en la mera observación de lo que sucedió el año pasado, cuando, a pesar de las liquidaciones récord de la soja, el Central no logró acumular dólares.
“Usó las divisas para no mover el dólar oficial, las importaciones crecieron mucho, hubo más déficit en servicios y los dólares se utilizaron para intervenir los financieros y pagar deudas con el FMI y con privados”, describe Sigaut Gavina.
Así explica que, el año pasado, que era ideal para acumular reservas por la liquidación record de divisas, no se pudo lograr y señala que ese no es un buen precedente para tratar de prever lo que sucederá este año porque anticipa que “vamos a tener un panorama menos favorable, por un mayor déficit energético y turístico, a medida que se va terminando la pandemia, además de menores ingresos de agrodólares“.
También opina en ese sentido Nicolás Pertierra, del Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz (CESO), quien destaca que hay que tener en cuenta que el año pasado tuvieron mucha incidencia el encarecimiento de los costos de los fletes y servicios del transporte a nivel internacional y el pago de deuda privada, que se llevaron divisas por alrededor de u$s5.000 millones en 2021.
“Las empresas que adquirieron deuda en la gestión anterior de Gobierno ahora están desendeudándose y por eso el BCRA las obligó a refinanciar sus deudas para cuidar un poco las reservas”, informa. En consecuencia, advierte que aún está por verse si este año el Central logrará su objetivo de sumar dólares a las reservas o no.
Sin embargo, la mayoría de los analistas coinciden en señalar que, aunque vengan fondos del FMI tal como está previsto, será muy desafiante la acumulación de divisas y, a la vez, cumplir con los objetivos de crecimiento planteados porque, tal como indica Sigaut Gravina, “para cuidar sus dólares, el Gobierno está sumando restricciones a las importaciones y eso permite acumular reservas, pero a la vez se frena la producción, lo que traba el crecimiento”.
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