El caso más emblemático en México de ‘cuentas mulas’ o personas que dieron su consentimiento para que se les depositara dinero en sus cuentas bancarias producto de un delito es el del hackeo a los bancos conectados al Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios, cuentas bancarias legales donde se depositó dinero producto del robo, que luego fueron retirados en ventanilla por los ‘clientes’.
Por cierto, en abril próximo se cumplirán cuatro años de ese caso, y a la fecha no se sabe el número de procesados, si las personas que participaron como ‘mulas’ para retirar el dinero fueron inculpadas, qué pasó con la investigación o si hay alguna sentencia. Lo cierto es que ante el incremento de la ciberdelincuencia, estafas y extorsiones, hay un incremento del uso de cuentas bancarias en donde se reciben los depósitos productos de esos delitos, sin que a la fecha haya datos públicos de qué sucede con estas cuentas que las víctimas denuncian al haber depositado su dinero consecuencia de una extorsión, o un fraude, o por el pago de una comisión o fianza para recibir un ‘crédito’ que nunca vio.
Por lo pronto, la Asociación de Bancos de México (ABM) tiene un convenio interbancario para cuando se depositen recursos a cuentas que pueden estar vulneradas por robo de identidad, fraude o extorsión. Los bancos, por así decirlo, se podrían avisar para tratar de frenar el retiro de los recursos producto de un delito.
El convenio interbancario es para poder ‘tomar decisiones en tiempo y forma’ y lo que buscan es eliminar o detectar al menos las llamadas ‘cuentas mulas’ que se utilizan como bien se sabe desde el blanqueo de recursos, como para todo tipo de fraudes. Dada la complejidad y las millones de operaciones que se realizan diariamente se ve una tarea difícil de conseguir, amén de que tener una línea abierta por ejemplo, en donde se denuncie una cuenta bancaria que está recibiendo depósitos de personas defraudadas puede ser más que complejo, aunque se aprecia la buena voluntad. Quizá regresar a lo básico de que las instituciones bancarias tengan identificados plenamente a sus clientes, sus actividades, los conozcan y sepan qué hacen, pueda ser el mejor camino para frenar estos delitos, ya que detectarán quiénes reciben recursos constantes de diferentes formas sin justificación alguna y eso encienda las alertas.
Por lo pronto, el presidente de los banqueros, Daniel Becker, confía que este convenio interbancario dará resultados positivos. Ojalá que así sea.
Y en el otro lado de la moneda y un respiro en tiempos complicados para la banca, es que al menos la reciente encuesta hecha por la desarrolladora de tecnología Mambu es que al menos en el caso de los jóvenes clientes, en su mayor parte está satisfecho con su banco, pues 72 por ciento de sus encuestados en el país no cambiaría a su institución. Aunque manifestaron estar contentos y ser leales, sí se cambiarían a un banco totalmente digital en el caso de que les ofrecieran mejores beneficios y precios, mayor calidad en los servicios al cliente y herramientas digitales. Así que mejores productos y servicios son cosas que considerarían si una institución rival pudiera superar sus opciones actuales.
Cada vez queda más claro que una buena aplicación bancaria es la clave para cautivar a los clientes jóvenes, ya que 87 por ciento quieren realizar operaciones mediante una app, al momento de contratarlo, la gran mayoría de este segmento –más del 80 por ciento– tiene relacionada la aplicación con una tarjeta de débito, por lo que entre el uso y la data obtenida, podríamos ver muy pronto cambios interesantes entre los nuevos usuarios de crédito. Por lo pronto, la moneda está en el aire.
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